No importa si no eres artista, investigador, escritor o académico, el plagio es una cuestión que no debes pasar por alto, pues en algunos casos, por inofensivo que parezca, puede ser considerado un delito y tener consecuencias legales.
Plagio se define como el acto de copiar y utilizar algo ajeno y adjudicarlo como propio. Es una práctica que se da sobre todo en las disciplinas artísticas, comerciales y académicas o de investigación.
Sin embargo, con la tecnología y el surgimiento de nuevas herramientas de creación y medios de difusión, este concepto ha comenzado a ganar relevancia en muchos ámbitos, incluso en el legal.
Quizá en tus Redes Sociales has cometido algún plagio sin darte cuenta:
Quizá alguna vez:
Has compartido una frase o cita textual sin mencionar al autor.
Has copiado y publicado un texto fingiendo que tú lo escribiste.
Has publicado una imagen (diseño / dibujo / o foto) sin siquiera saber su origen y el artista detrás de ella
Has descargado un video de un creador para subirlo a tus propias redes sin su permiso
En fin…
Ejemplos podemos mencionar muchos y muy diversos.
Puedes decir, “no pasa nada” todos lo hacen y nunca hay consecuencias, pero piensa un poco y primero pregúntate si te gustaría que alguien más se llevara el crédito por algo que te pertenece.
Seamos claros, a nadie le gusta que se roben sus ideas o su trabajo. Desde pequeños nos recuerdan en las escuelas lo importante de no copiar tareas o trabajos y de citar de manera adecuada las fuentes de donde surge la información.
Aunque la cultura del registro de obras o propiedad intelectual no es una práctica muy común en nuestro país, existen leyes e instancias creadas para proteger a los autores.
De hecho, en el artículo 424 del Código Penal Federal se establece que una persona que use de forma dolosa y sin autorización del autor, alguna obra protegida por La Ley Federal del Derecho de Autor, podrá recibir una pena de hasta 6 años de prisión.
He ahí la importancia de la propiedad intelectual; tanto para evitar ser víctima de plagio como para aquellos que creen que robar o apropiarse de lo ajeno, aunque sean ideas, no tiene consecuencias.
Aquí te compartimos las instancias en las que puedes verificar el registro o registrar tus ideas, obras, marcas, entre otros.
Para obras de carácter artístico:
INDAUTOR (Instituto Nacional de Derechos de Autor)
Para todo lo relacionado con asuntos intelectuales e industriales (marcas, productos, patentes)
IMPI Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial
Es importante que te protejas como autor o propietario desde un inicio.
Antes de compartir o publicar tus obras o lanzar un producto o marca, asegúrate de contar con los registros ya que son tu única herramienta para comprobar y hacer valer tus derechos.
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