Hoy en día, en México hay 31 divorcios por cada 100 matrimonios. En dos décadas la cantidad de divorcios se ha duplicado.
De acuerdo a estadísticas del INEGI, en nuestro país hubo 910 mil 361 divorcios entre 2010 y 2017.
Las causas suelen ser muy diversas, pues es el resultado de muchas dinámicas y en algunos casos, problemas sociales con los que nos enfrentamos todos los días.
Independientemente de las razones por las cuales se busque disolver un matrimonio, es necesario recordar que se trata de un procedimiento legal y como tal, tiene consecuencias.
Sobre los bienes
Estos efectos legales, están determinados en gran medida por el régimen matrimonial.
Sociedad conyugal:
Ambas partes acordaron en su momento que todos los bienes adquiridos durante el matrimonio son compartidos, es decir, pertenecen a los dos por igual.
Al momento de liquidarse dicha sociedad, las partes involucradas pueden decidir de mutuo acuerdo como repartir dichos bienes. Si no es posible llegar a un acuerdo, se comienza un juicio para determinar qué bien le corresponde a cada una de las partes.
Separación de bienes:
Se puede decir que este régimen facilita las cosas durante un proceso de divorcio, pues contempla que cada parte es dueño de sus propios bienes.
En el caso de que una de las partes se haya dedicado al cuidado del hogar o los hijos es posible solicitar un 50% de los bienes que la otra parte adquirió durante el matrimonio.
Esta solicitud debe hacerse ante un juez que se encargará de dar una resolución.
Sobre los hijos
Este evidentemente es uno de los puntos más sensibles al hablar de divorcio. En el caso de matrimonios con hijos, el proceso de divorcio es más complejo pues deben acordarse conceptos como pensión, patria potestad, custodia y guardia.
Pensión alimenticia:
Con anterioridad era el hombre el único obligado a brindar pensión alimenticia a los hijos menores de edad o en etapa educativa. Sin embargo, en la legislación actual, ambos padres están obligados a brindar dicha pensión.
Un juez determina quién será el responsable en relación a la guardia y custodia.
Guardia y custodia:
Estos conceptos hacen referencia a con quien viven el o los menores de forma permanente. Lo ideal es que al momento de la separación, las partes involucradas acuerden la guardia y custodia de manera conjunta, pero de no ser así, un Juez de lo Familiar lo determinará.
Un proceso de divorcio, tiene muchísimas implicaciones y cada caso tiene sus particularidades.
Es recomendable contar con un contrato prenupcial o capitulaciones matrimoniales que establezcan los mecanismos de acción ante una posible separación para evitar juicios o litigios.
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